El Centro Eastgate

El Centro Eastgate, situado en Harare, Zimbabwe, es un centro comercial y un bloque de oficinas que utiliza ingeniosamente medios naturales para la ventilación y la refrigeración. Diseñado por Mick Pearce, el edificio se inspira en los montículos de termitas africanas que se auto-refrigeran, constituyendo un ejemplo notable de biomimética en la arquitectura.

Inspiración Biomimética

El diseño del Centro Eastgate se aleja deliberadamente del "gran bloque de vidrio". Estos bloques de oficinas de vidrio suelen gastar mucha energía para mantener una temperatura agradable en el interior, necesitando calefacción en invierno y refrigeración en verano. Además, para ahorrar energía tienden a reciclar el aire interior, por lo que el aire está más contaminado.

Para abordar estos problemas, Pearce diseñó el edificio para ser ventilado y enfriado por medios totalmente naturales, probablemente el primer edificio en el mundo en utilizar la refrigeración natural con este nivel de sofisticación. El diseño se inspiró en la ventilación de los montículos de termitas.

Ventilación del Montículo de Termitas

Los montículos de termitas se construyen como una chimenea. El montículo se calienta al sol durante el día, y al caer la noche, el aire dentro del montículo es más cálido que el exterior. A medida que la temperatura exterior cae, el aire caliente se ventila naturalmente por la parte superior de la chimenea, lo que atrae aire fresco a través de los numerosos túneles subterráneos y sus salidas. Así es como las termitas consiguen aire fresco en sus hábitats y los mantienen a una temperatura estable.

Diseño del Centro Eastgate

El aire caliente es aspirado a través de distintivas chimeneas de ladrillo en el techo, atrayendo aire fresco de la noche en la parte inferior. El aire fresco se captura en huecos subterráneos y se libera en el edificio durante el día a través de redes de tuberías y túneles. Esta técnica evita el uso de aire acondicionado, utilizando mucha menos energía.

Inspiración Biomimética Adicional

Las termitas no son la única inspiración de la naturaleza. El arquitecto, Mick Pearce, también observó a los cactus. Una de las formas en que un cactus puede resistir altas temperaturas es que sus muchas arrugas, crestas y picos aumentan su temperatura superficial. Eso facilita la dispersión de su calor por la noche. El edificio Eastgate también toma esta idea, con fachadas interrumpidas por formas y proyecciones de hormigón, balcones profundos y plantas.

El Centro Eastgate demuestra cómo podemos inspirarnos en la naturaleza para crear edificios que no solo son estéticamente agradables, sino también energéticamente eficientes y respetuosos con el medio ambiente. El éxito del Centro Eastgate sugiere que la biomimética seguirá desempeñando un papel significativo en el futuro de la arquitectura sostenible.